domingo, 5 de abril de 2009

Mucho mejor

Esto de alguna manera terminó. Se hizo tan larga esa espera para el estreno... Y sólo rezara para que llegara ese día, pero le pedía a Dios o no se a quién que cuando empezara se acabara. Pero bueno, todos sabíamos que se iba a acabar. Ya os lo he dicho, pero ¿sabéis que es la primera vez que disfruto haciendo algo en la escuela? De todo el mundo que ha ido a ver el espectáculo, sólo oigo cosas bonitas. Debe de ser que ha gustado... Hemos hecho algo super tocho nenes. Ha estado de puta madre. Ha habido momentos de cortarse las venas, pero hemos tirado adelante. Llevamos casi un mes comportándonos como una gran compañía, y deberíamos aprovechar ese tirón... Esto lo tienen que ver en el mayor número de lugares. Mi madre dice que es la primera obra que yo hago que ha entendido... También es que "Esperando a Godot" y la "Ópera pánica"... mucho argumento...
Bueno en fín...
"Qué buenas tardes he pasado con Melchor..."
Durante cuatro años se han ido grabando ciertos momentos de nuestro recorrido en la escuela. Cosas que he ido comprendiendo a lo largo de los años. Es muy curioso. Han sido como fotografías que se quedan pegadas en mi memoria y cuando de mayor vuelves a verlas, las entiendes perfectamente, porque de mayor tienes más datos y más información. Eso me pasa con la mayoría de cosas que viví en primero. Si he de seros francos, yo creo que no entendía nada de lo que sucedía. Y ahora puedo entender perfectamente a Julia llorando en el última día de Blasted, porque sabía que algo se iba a quedar ahí. Me duele muchísimo, aunque sepa que voy a volver a sentirle, que volveremos a hacer el despertar, me duele muchísimo pensar que se ha acabado... Y que me tengo que despedir de lo que más he querido encima de un escenario, de puede el trabajo que más orgulloso estoy de toda mi vida. He aprendido tanto, tanto con Mauricio. Y por primera vez he sentido ue hacía algo relacionado con lo que estudiaba. Me he sentido actor por primera vez...
Y es ahora cuando más entiendo, "finalmente me fui calmando poco a pococ cuando me puse a escribir los recuerdos de mi vida..." Al hacerlo siento que todo se calmaa y lo entiendo todo mejor... Mucho mejor.

jueves, 26 de marzo de 2009

Contenta, orgullosa y emocionada!

Aprovechando que el señor director nos ha regalado media hora más para dormir esta noche, quisiera deciros una vez más, y por escrito, que las palabras se las lleva el viento (esta es la teoría de la Sra. Gabor ;)lo contenta, orgullosa y emocionada que me he sentido hoy con el estreno. Contenta, por ver cómo ha reaccionado el público (incluido el adolescente), siguiéndonos en todas las escenas, conformando el montaje, completándolo y haciéndome caer en la cuenta de cosas nuevas acerca de la obra(después de tanto tiempo machacando el texto, es maravilloso seguir descubriendo constantemente cosas nuevas!). Orgullosa por el trabajo de todos vosotros, de todos mis compañeros, que además tengo el privilegio de poder ver en primera fila! Y emocionada porque (aunque puede que el cansancio y mi estado femenino elevado en este momento a la enésima potencia también hayan tenido algo que ver)ver cómo todo el trabajo de estos meses ha conseguido cuajar esta tarde me crea una sensación maravillosa que me hace llorar a moco tendido después de cada parte, y en definitiva es esa la sensación causante de que me quisiera dedicar al teatro.

Es un gusto trabajar con este texto, con todos los elementos que hemos creado en todos estos meses, con estos personajes, que son un regalo... Es un gusto tener la sensación de que seguimos creando... Y es un verdadero gusto que hayamos vuelto a ser un equipo. Para mí, esta es la mejor forma de acabar la trayectoria en esta escuela.

Un besazo enorme a todos y cada uno,
Fátima

jueves, 5 de marzo de 2009

Pido disculpas

Por el ensayo de hoy. No hay ninguna justificación a lo que he hecho hoy... Quien no conozca lo que ha pasado pues sea un visitante fortuito del blog, que no se escandalice, no ha habido muertes...

Gogo, intentaré que no se vuelva a repetir

miércoles, 4 de marzo de 2009

Ayer recibí un mail 2

Cuando la gente se siente sola, o cuando empieza a perder su origen; cuando hay dudas o cuando se está perdido en algo, con alguien, lo que se suele hacer es escribir. Todos hemos tenido algo parecido a un diario. En estos días el diario de papel supongo que se usará poco porque existen los blogs y todas estas cosas. El candado supongo que será el hecho de estar dentro de un mar de blogs donde el hecho de leerlo es más un hecho fortuito que intencionado...

Llevo unos días sin poder dormir. Me cuesta dormir porque no dejo de pensar en lo que estamos haciendo. No se me quita de la cabeza el despertar. He dejado incluso de lado entre semana a mis niños de Doscientas setenta butacas, y ya siento las ganas de volver y ponerme con ellos como antes.
No puedo dormir y uso esto como diario, medio personal, medio de trabajo. Aunque al fin y al cabo, nuestro diario personal es el mismo que nuestro diario de trabajo. No puedo dormir porque me ha inestabilizado algo que ha sucedido. Eso sí que se queda para el diario con candado.

"No deberíais jugar así con el engaño."

¿Es bueno relacionarse tanto con un personaje? Es cierto que a la hora de ensayar es bastante más eficaz. Pienso continuamente en Mauricio e intento relacionarlo con mi vida. A diferencia de los dos primeros cursos, me siento con cosas que contar en escena cada vez que he salido. Pero por otro lado, cuando no pienso en él, a veces es él el que quiere pensar en mí, y a mi no me apetece, pero tenemos que volver a conectarnos y a hacernos daño. Estamos llegando a un acuerdo, pero se han juntado dos egoístas, personaje y actor y no sé hasta dónde vamos a llegar, porque ninguno de los dos quiere ceder.

"¡A los vivos como tales, no se les puede compadecer!"

Empiezo a sentirme como Tara en "United States of Tara". Y quiero llegar a ser un David Brent, pero va a costar ser ese maravilloso extra. Caminar con Fonseca en la playa de mi 23 cumpleaños, y que Ana juegue conmigo a Marylin. Y quiero gritar, gritar, Ilse, Ilse...
Esto, de verdad os digo me resta fuerzas. Le he puesto mucho, le he dado mucho al personaje, a la obra, millones de martillazos, y estará siempre en mi mente, grabado a fuego. Marcado por el despertar. Por primera vez en estos cuatro años he sido capaz de destilar los momentos felices de este proceso excepto en dos ocasiones, donde reafirmo lo que se lleva construyendo en mi mente desde hace un tiempo.
Pero estoy orgulloso de lo que ha sido hasta ahora.
Quedan tres semanas y no puedo dormir. Por mi, que se haga mañana, porque ya me está empezando a afectar.
Estoy harto de tener que elegir las palabras exactas en cada momento. Ojalá llegue el día que no tenga miedo a nada, que no me importen las repercusiones, ni a mí, ni a ninguno, y seamos libres de decir lo que queramos a quien queramos, sin miedo a que la guillotina caiga, sin miedo a ser castigados.Sin que pensemos que lo estamos haciendo mal, porque se nos ha enseñado que eso es hacerlo mal. Es entonces cuando empezará el verdadero arte. Porque seremos valientes, nos atreveremos, arriesgaremos y nos equivocaremos, pero asumiremos el error, en vez de obsesionarnos con él, y lapidarnos, en vez de ser los mártires en los que nos convertimos cuando se nos dice que no estábamos en la escena. Cuando asumamos, cuando entendamos que esto es un juego (en el que hay unas reglas, pero al fin y al cabo un juego), entonces seremos otra vez niños.
De eso habla la Obra. ¿Por qué hemos hablado tan poco de lo que habla la obra? Y podréis decir: "Hemos hablado mucho", y seguramente sea verdad. Pero tengo la sensación de que no lo suficiente.
De eso habla la obra: los personajes están en un entorno en el que tienen que elegir las palabras exactas para evitar las repercusiones. Son hamsters encerrados en un laberinto en el que el camino erróneo se castiga con un choque eléctrico. Hay quién se da de cabezazos cntra la electricidad y hay quien busca otras salidas...
Pero no os penséis que esto es una cosita del XIX. Para mi no. Creo que no es nada diferente a lo que nos rodea. Absolutamente todo lo que nos rodea está regido por normas que si lopiensas castran nuestra individualidad. Nuestra educación, desde pequeños, ha sido inquisidora. Si a un niño se le pide pintar un árbol y lo pinta morado se le dice mal: porque los árboles son verdes y marrones. Y punto.
Si un alumno mío pintara un árbol morado, le preguntaría por qué lo ha pintado morado. Y escucharía su respuesta. Y luego le preguntaría si quiere que yo sepa que es un árbol. Y luego a lo mejor le pediría que me dijese cómo hace que yo entienda que es un árbol... Pero jamás le diría cómo pintar ese árbol. Ésto lo veo tan claro, que me asusta.
Tampoco el miedo, el hacer sentir que se ha decepcionado, que se ha fracasado son métodos educativos que conlleven un éxito rotundo. Esto es lo que hacen sentir a Mauricio. Y esto está muy lejos de lo que debería ser la educación...

Gogo

Por qué pasa lo que pasa...

Uno de los métodos de enseñanza que se siguen normalmente es, después de haber hecho algo hablar sobre ello. Espero que hayáis visto un poco del libro que os dije, Summerhill. Es una experiencia muy bonita la de ese lugar.
Para que el estudiante evolucione y aprenda, tiene que racionalizar lo que ha pasado. No basta con pensarlo, sino verbalizarlo. Cuando verbalizamos las cosas, las comprendemos, y al comprenderlas, podemos corregirlas. Creo que hablamos muy poco de lo que nos pasa como actores, y que aprenderíamos mucho. Alguien quiere iniciar un debate en este aspecto? Yo tengo muchas preguntas de las que podríamos hablar.
¿Qué pasa cuando estamos bloqueados en escena? Sería muy enriquecedor hacer un trabajo así. Y yo necesito hacerlo... Si alguien me acompaña...

Ayer recibí un mail

que estaba esperando desde hacía muchísimo. La verdad lo reciví porque había escrito yo primero. El mail se titulaba Lost, y era obviamente en inglés. Hace unos días le escribí porque necesitaba consejo. De hecho escribí a dos personas muy importantes para mí. Serguei, mi profe de interpretación aquel verano en Bielorrusia, y Luis, el director de la peli en Portugal, ya un amigo con el que mantengo largas charlas sobre el "arte" en el teatro y en el cine.
El caso es que Serguei me contestó que la depresión da muy malos consejos... En un inglés un poco chapurreado dijo:
"Tres mujeres dan buenos consejos: Fe, Esperanza y Amor. Y entonces? Encuantra una de ellas y escucha su consejo."
Yo tengo fe en que esto va a salir bien, pero mi fe no es suficiente... Estamos desaprovechando un regalo que ha perdurado durante un siglo para llegar a nuestras manos. Por Dios! No os estáis dando cuenta de lo que está pasando? Espero que no sea demasiado tarde...

Gogo, a quien me esté escuchando...

martes, 3 de marzo de 2009

EL SILENCIO ES SEXY



A mi esto me parece una maravilla. Unos alemanes hicieron esto inspirados en la composición de John Cage de Silence, que es basicamente el silencio durante 4 minutos 33 segundos. Para que os imaginéis lo que es, aquí os dejo la performance, yo la visto entera...


lunes, 2 de marzo de 2009

Pa inspirarse

http://www.mymodernmet.com/video/2100445:Video:76067

domingo, 1 de marzo de 2009

NO OLVIDAR CIERTAS COSAS

Este es el poema que leí en una delas propuestas performáticas de las improvisaciones iniciales. Fue en la que tenía que hacer de Hans Rilow en el monólogo. Leí lo siguiente, porque creía que era importante para todos los niños de la obra, y lo que hacen en realidad sus padres...



Háblanos de los hijos.

Y él respondió:

Vuestros hijos no son vuestros hijos. Son los hijos y las hijas de los anhelos que la vida tiene de si misma, deseosa de perpetuarse.

Vienen por medio de vosotros y aunque vivan con vosotros, no os pertenecen.

Podéis darles vuestro amor, mas no vuestros pensamientos, pues ellos tienen sus propios pensamientos.

Podéis albergar sus cuerpos mas no sus almas, porque sus almas moran en la casa del mañana, que ni aun en sueños os es dado visitar.

Podéis esforzaros por ser como ellos, mas no intentéis hacerlos como vosotros. Porque la vida no marcha hacia atrás, ni se detiene en el ayer.

Vosotros sois el arco por medio del cual vuestros hijos, como flechas vivientes, son impulsados hacia lo lejos.

El Arquero ve el blanco sobre el camino del infinito, y os dobla con toda su fuerza a fin de que sus flechas vayan veloces y lejos.

Que el hecho pues de estar doblados en manos del arquero sea para vuestra dicha, por que así como Él ama la flecha que dispara, ama también el arco que permanece firme y su constancia.

Vosotros tuvisteis la oportunidad de vivir vuestra vida y la libertad de amar. Deja que tus hijos vuelen solos del nido cuando llegue la hora y no los reclames para que vuelvan, ellos te querrán por siempre y tendrán también su nido del cual algún día ellos solos quedaran.

Déjalos libres, ámalos con libertad, no apagues su fuego de su hogar.

Vive y deja vivir y ellos siempre te querrán.

Kahlil Gibran, “El Profeta”


Siempre he tenido la impresión de que la señora Gabor piensa de este modo. ¿Sabéis una cosa? He de confesaros que desde hace unos años uno de mis mayores deseos es tener un hijo. Lo he imaginado tantas veces...

Un abarzo
Gogo

viernes, 27 de febrero de 2009

Pistolitas de agua...

Mirad esta página, está super chula!!!!
http://historiadelasarmasdefuego.blogspot.com/2008/12/armas-de-bolsillo.html

Supongo que la pistola que buscamos va más en relación a las cucadas de mini pistolitas que hay rondando por la web. Como por ejemplo... (La segunda es más tocha, como la que usamos...)


He estado ensayando el monólogo otra vez. Cuáles son los factores que hacen que unos días te salga una cosa y otros días otra? Con el tiempo he aprendido que no me tiene que afectar el que un día no esté conectado o que esté tenso. Por que el mero hecho de obsesionarte con el error hace que tengas más y más problemas.
Estamos en una profesión donde la repetición es la clave. Qué aburrimiento! Hacer siempre lo mismo. Por eso me gusta tanto la improvisación... La disfruto muchísimo. No estoy hablando del match... Me pasó una cosa curiosa. Cuando volví de Bielorrusia no pude improvisar más... No me dejaba de juzgar improvisando... Ahora, más asentado, he tenido unos Imprópolis maravillosos, pero aún así he dejado esta temporada... Me quiero centrar en otras cosas.
Decía la improvisación, la disfruto mucho. Creo que la clave está en hacer de la repetición una nueva improvisación... Pero es tan complicado...
Hoy en el monólogo no tenía ritmo ninguno, y los lloros y quejidos eran tan excesivos que por mi culpa un Erasmus se vuelve a su país... jajajajaja.
No me he podido suicidar. Os lo juro, he sacado la pistola, y cuando iba a seguir la escena me he levantado, he caminado de espaldas y en medio del escenario he dejado la pistola y me he pirado del escenario (creo que esto ha sido lo más interesante, confirmado por el público asistente al ensayo). Alguien me ha dicho que no lo podía hacer. Que si mi personaje se muere no podía irme así. Creo que tiene toda la razón, eso no lo hubiera hecho en una función con una sala llena de gente. Pero tenía que hacerlo. Para encontrar más cosas. Se lo he preguntado a Mauricio, y me ha dicho que dejara la pistola, que puede esperarme unos días más andando por el bosque, y que cuando esté preparado se meterá dentro de mí para ayudarme a apretar el gatillo...

La escalera está casi terminada, y el pilón se ha empezado a cortar. He puesto la taza del wáter y Jesús compró la parafina, que ya está humedeciendo la mecha. Parte del agobio se va disminuyendo, pero aún así, y pese a que llevo varios días durmiendo muy poco, no tengo nada de sueño...

¡Pero qué bien se siente uno cuando triunfa por sus propios medios!

jueves, 26 de febrero de 2009

DRAMATURGIA CONTEMPORÁNEA

Hoy los recuerdos de Portugal han vuelto más intensamente que nunca. El teatro que se hace allí. Las nuevas formas... Que también pasa aquí. Constantemente a nuestro alrededor hay nuevas formas de expresión. Por qué hay tanto miedo? Por qué seguimos tratandonos así. No deberíamos jugar así con el engaño. Me he acordado de Teatro Praga. Qué hacían que no podías dejar de mirar al escenario? Era una sensación extraña. Les encontraréis en youtube facilmente.
Quiero que veáis algo.
Esto me dejó uy impactado cuando lo vi.


Se trata de un documental llamado Tarnation, donde un hombre hace un documental a partir de grabaciones de toda su vida intentando entenderse a si mismo. "La mayor obra de arte es tu propia vida", viene a decir más o menos la propaganda del film.
Es bastante sobrecogedor. Es una obra de arte, sinceramente. Yo lo tengo y si le apetece a alguien lo podemos ver juntos y compartir sensaciones. Lo más seguro es que no os deje indeferentes...



Os iba a pedir a ver si reconocíais la música pero acabo de encontrar de quién es...

miércoles, 25 de febrero de 2009

GRITOS EN EL VACÍO

Necesito saber que no estoy sólo...
No sé a quienes de vosotros, los que estáis ahí, van a llegar estas palabras. Aunque no lo sepa con certeza pueda que lo intuya. De todas maneras tampoco importa mucho. Son también palabras que necesito salir. Cada vez que pienso en Mauricio soy muy feliz. Por primera vez en los tres años que paso en los pasillos de esta escuela (el Erasmus no cuenta como Resad) estoy disfrutando al hacer teatro. Durante primero y segundo eso fue imposible. Cada vez que intentaba sacar la cabeza para respirar me hundía más y más, hasta que toqué fondo y acabé en Minsk donde ya no tenía nada qué perder en cuanto al realismo o la "verdad" se refiere.
Cada vez que pienso en Mauricio intento comprenderle un poco más. Estoy intentando entender por qué dice cada una de las palabras que dice (entiendo que haya que cortar algo de texto, no me importa pero he llegado al punto que sin alguna de las palabras, todo el mundo de Mauricio se desmorona). Nunca me había pasado con ningún personaje. Pienso en él y de repente una ráfaga de imágenes ppuebla mi cabeza. Y Melchor cobra de repente la fuerza de un huracán y se convierte en lo más importante para mí. Estoy aprendiendo a escribir con la pluma porque necesito saber cómo escribe Mauricio y porque hay un punto clave en se Historia: "Finalmente me fui calmando poco a poco cuando me puse a escribir los recuerdos de mi vida". ¿Qué es esto sino volver al origen? Y volver a todo lo que hemos pasado para entender lo que te está pasando ahora. Yo he vivido esto. Mauricio no está ni más ni menos que en una depresión. Ahora más que nunca tengo tan claro que el actor ha de vivir, vivir y vivir. Nunca he echado tanto de menos a Luis Fonseca o a Serguei, creando de su mano.
Soy capaz de sentarme con Mauricio a solas en el bosque y hablar con los ojos, o con los ojos cerrados. Es muy divertido. Me encanta pensar en los diferentes ojos que tiene. Cómo mira a Melchor, y cómo mira a su madre, a la que le gustaría tener en casa todas las noches... Cómo se entretiene en servir el té. Y cómo acaricia el alma de su hijo.
¿Podía haber imaginado que un personaje me pudiera dar tanto? Puede que esté llegando a un punto enfermizo en el que me interesa saber como caga o que me emociono cuando pienso en cómo fue su primer sombrero. Pero lo estoy disfrutando y eso no me lo va a quitar nadie. Eso está muy claro. Porque por primera vez disfruto del teatro desde que estudio para ser titulado.
Estamos haciendo una obra que pone en entredicho muchas cosas. Y entre otras una que nos toca muy de lleno. Estoy hablando del sistema educativo que nos rodea. En el que hemos crecido desde pequeños, en el que estamos. El concepto de educación. Pararos por un momento a pensarlo. Yo quiero decir grandes cosas con esta obra. Creo que dice grandes cosas. Y encima tenemos unos personajes que son la rehostia, no os lo podéis ni imaginar. Son muy grandes y a veces nos viene grande ese traje pero tenemos que comer de ellos para llenarlos.
Yo me lo voy a pasar bien y lo voy a disfrutar. Estoy harto de sufrir en el teatro. Por eso este año salgo a escena, cómo me decía Carlos, al que nadie de los que puedan leer esto se puede imaginar de qué manera le echo de menos, como me decía él, salgo al escenario a que me comáis la polla. Si algo he aprendido en esto cuatro años es eso. Y me siento libre de hacer. De proponer.
Yo me lo voy a pasar bien y lo voy a disfrutar. Voy a trabajar en pos de una obra, de mi personaje, y de mi dormir tranquilo sabiendo que lo estoy haciendo bien, me equivoque o no me equivoque en escena. Y en esto no me refiero solo a esto. Sino a todo lo que haga. Porque necesito saber que lo voy a disfrutar.

Necesitaba decir esto, y más que voy a decir. He desaprovechado este lugar donde me podía haber expresado artísticamente y podía haber desarrollado más al personaje. Intentaré que sea mi refugio de estos días. Sólo cuando me he sentido perdido como ayer y como hoy he recurrido al blog.
"Finalmente me fui calmando poco a poco cuando me puse a escribir los recuerdos de mi vida"

martes, 17 de febrero de 2009


Wendla y Melchor si hubiesen tenido el hijo... Viva la prensa sensacionalista que nos brinda todo este material...

http://www.thesun.co.uk/sol/homepage/news/article2244660.ece

domingo, 15 de febrero de 2009

Salida de Mauricio

No se si habéis visto I am not there. Es una peli sobre la vida de Bob Dylan que está interpretada pr diferentes actores. Creo que no se llegó a estrenar en España y si lo hizo muy discretamente. Os la recomiendo. De momento os dejo esto, que para mi es la despedida de Mauricio del mundo, Mauricio se va a Acapulco.

Gogo



martes, 10 de febrero de 2009

SE BUSCA

























Si alguno de los lectores ha visto a alguno de los sujetos siguientes o a algún familiar de parentesco cercano, por favor, póngase en contacto con Juanma el escenógrafo :)

lunes, 2 de febrero de 2009

Diario: Munich

7 de julio de 1889
Visito a la señorita Herzog junior (…) Su hermana asume de inmediato el papel protagonista y se pone a contarme anécdotas del mundillo del teatro. Comenta la incompetencia de los directores, la inmoralidad de sus compañeras y no sé cuántos chismorreos más. En este momento me parece que tiene más madera de gobernanta que de actriz; no pronuncia las consonantes, arrastra las vocales y no tiene siquiera una voz potente. Además, no es ni de lejos guapa, ni siquiera fea, su tipo deja mucho que desear y se mueve sin la menor gracia. Ha llegado a ser actriz únicamente gracias a un alto concepto de sí misma y al hecho de que su hermana cante. (…) De pronto, la señorita Herzog junior me pregunta si conozco al señor Goethe. Tras recuperarme del susto, le respondo: “No personalmente, y usted, seguramente lo habrá leído” “No, todavía no he leído nada de él”.

8 de julio 1889
La casera me pregunta si me he enterado de lo del accidente ferroviario. El tren que viene de Berlín, el mismo en el que yo mismo llegué hace tres días, ha descarrilado esta mañana a la altura de Schleissheim con sus dos locomotoras. Experimento un extraño placer al escuchar la noticia. Parece que la estación está plagada de cadáveres de señoras.

9 julio 1889
Las camareras del café Luitpod reciben un sueldo de tres marcos mensuales. Por lo demás, dependen de las propinas de los clientes y tienen que descontar de sus ingresos la paga de la aguadora. Trabajan desde las ocho de la mañana hasta las dos y media de la madrugada.
De regreso a casa me siento tan dichoso que empiezo a reírme sin parar.

17 julio 1889
Antes de comer me doy un paseo por la Neue Pinakothek, gustándome sobre todo Maria von Bonveret y El juego de las olas de Böcklin. Los cuadros de Piloty me dejan frío. Intento en vano encontrar en la Ifigenia de Feuerbach aquella magia que logró imprimir en su Banquete y que tanto impresionó.

19 julio 1889

Por la mañana en la Neue Pinakothek. Por la tarde, en el Englischer Garten, hablo con una chica joven, modestamente vestida, que se sienta en mi banco. Lee una antología de un tal Edelweiss y hace ganchillo al mismo tiempo. Está aprendiendo una poesía de memoria para recitarla en sociedad. (…) Ella misma me da la impresión de ser una cristiana convencida. Tiene que hacer verdaderos esfuerzos para no caer en la tentación de subir a un escenario. Hace algunos años tuvo la oportunidad de hacerlo, pero varias personas se lo desaconsejaron. Y es que si no se tiene unas facultades verdaderamente extraordinarias, no merece la pena ni intentarlo.

20 julio 1889
No es de extrañar que, muerto de hambre como estoy, no me repugne el trato con esta araña que es Muncker. Una araña venenosa, además.(…) Prefiero mil veces al doctor Güttler antes que a este bebé venenoso, esta cría de hiena de Muncker. De vuelta a casa, cometo la tontería de defender apasionadamente el derecho a la formación universitaria de las mujeres ante el estudiante Geise. Y efectivamente, el tema suscita toda clase de comentarios estúpidos, como era de esperar.

21 julio 1889
El St. Peter es ahora un tugurio con todas las de la ley. Lo mejor de él es una putilla encantadora rodeada de estudiantes, una comedianta consumada, orgullosa, cariñosa, inaccesible, engatusadora. Jamás había visto una personificación tan espiritualizada del vicio. Delante de mí se sienta un hombre de unos treinta años, pulcramente vestido, de pelo ralo, que languidece ante la sin duda bellísima camarera con una expresión tan desvalida, de una entrega tan absoluta que me da pena. Da la impresión de ser un hombre vacío, un hombre que de pronto se ha convertido, con toda su vacuidad, en una víctima. Tras la representación me dirijo al Hofbräu, donde entablo conversación con unos suizos. De regreso hacia casa me asalta la tentación de pegarme un tiro.

22 julio 1889
Me siento en un banco de un bosquecillo cercano, donde caigo en una especie de estado hipnótico. Cuando consigo despejarme, añado algunas cosas a una obrita en la que estoy trabajando y emprendo el camino de vuelta hacia la ciudad. (…)
Últimamente sueño noche tras noche con mi padre. Si pienso en él durante el día, siento una aflicción tan grande que se me pone un nudo en la garganta. Pasado mañana es mi cumpleaños y es la primera vez que tal acontecimiento me alegra al pensar que tal vez reciba noticias de casa.

24 julio 1889
Me he comprado la comedia sobre el amor de Ibsen. Seguramente provocará algunos cambios en mis planes de trabajo.

27 julio 1889
El trabajo avanza con una lentitud desesperante, y eso me pone melancólico. Ante cualquier interrupción me asalta un terrible abatimiento al no poder alejar el recuerdo de mi padre y de lo que le he hecho. A veces pienso también en Donald y confío en que la providencia me permita ayudarle, que pueda formarse bajo mi tutela. Anoche tuve un sueño siniestro en el que aparecía mi casa bajo un aspecto desolador. Se había convertido en una especie de cabaret en el que Donald y mi madre eran los protagonistas. Yo me sentaba entre los espectadores. A menudo me pregunto si se puede considerar lo que hago como un auténtico trabajo. Esta duda me asalta sobre todo los domingos, cuando veo a todo el mundo sin hacer nada, cosa que a mí me resulta imposible. Mi trabajo no es realmente un trabajo cuando avanza con esta lentitud de tortuga. Permanezco ocioso la mayor parte del tiempo que me dedico a él; en realidad, estoy ocioso la mayor parte del día. Y es que el trabajo es algo que se multiplica por sí mismo.(…)
Terminamos hablando de política (…) y entonces noto que no puedo comportarme con la misma indiferencia de antes. La conclusión es que voy a seguir el principio del doctor Güttler de no hablar nunca de política.

31 julio 1889
Por la noche en el HBK con Pariser y el doctor Xaver Hamburg. La conversación gira en torno a la cuestión de si es posible constatar en la historia de la humanidad un progreso ético o no.

1 agosto 1889
Mi vida está tan vacía ahora, nunca hubiera podido imaginar que pudiera ser así. Y, sin embargo, es cierto que la mayor parte de mis años de estudiante transcurrieron de la misma forma –una pérdida de tiempo que sólo podría expiarse abandonando la partida-. Al llegar aquí el pasado invierno me veía como un mendigo, un ermitaño, y si me comparto con lo que soy ahora resulta que era un creso. ¡¿Qué son todos esos doctos hombre, estos asesores, catedráticos y tutores, al lado de dos días como los del entierro del tío Wilhelm?! Desde fuera parecen pozos de sabiduría insondables que albergan Dios sabe qué remotos tesoros. Pero al entrar en su mundo, se encuentra uno de pronto en el baratillo más miserable de la tierra, en un almacén de antigüedades, en una ropavejería donde no es posible hallar ni una sola piedra viva, todo lleno de despojos, de bagatelas que se han ido acumulando, cambachaleando, mendigando y robando de los archivos, de los tesoros y talleres de la historia. ¡Y encima tiene uno que avergonzarse de no ser también un saladero!

5 agosto 1889
(…) Pariser nos cuenta que trabajó durante mucho tiempo con Wörner y que cada uno comentaba la obra del otro. Había escenas enteras que acababan en la estufa. Eso no vale nada, hay que rehacerlo entero para mañana. Yo me muestro partidario de la publicación. Quemar algo no equivale a destruirlo. El espíritu de los ejecutados siempre sobrevive, como sucede con los herejes muertos en la hoguera, y el juicio sobre lo que se ha incinerado adquiere un tinte optimista con el tiempo. Imprimir algo es la única forma válida de destrucción. Y, además, no le cuesta a uno nada, en todo caso el nombre, y siempre es mejor tener mala reputación que no tener ninguna.

8 agosto 1889
Ayer por la noche, en la cama, estuve pensando en una anécdota de Krafft-Ebing: la de la cocotte parisina con el bulldog. Me lo imagino del siguiente modo: la chica entra en escena andando con las manos y sosteniendo el dinero que le dan con los pies. Luego se deja desnudar por unos monos, siendo lo fundamental en ese momento su absoluta pasividad. Entonces llegan tres o cuatro dogos a los que previamente han espoleado y maltratado. La chica vive y duerme con una perra por aquello del efluvio espiritual. Me paso toda la tarde dibujando a la chica. Mientras me dirijo al HBK, identifico a la muchacha con mi propia hija, únicamente por el detalle que se refiere a andar con las manos, que es algo que pienso enseñarles cuanto antes a todos mis hijos. Es una pena que lo de pedir dinero no concuerde con el papel de padre. Es una pena que siempre haya una barrera, que todo acabe derivando hacia lo sexual, sería tan hermoso que todo esto se pudiera hacer con la mayor seriedad, con dignidad y amor.
Paseo por la isla de Isar bajo la brillante luz de la luna. Pienso que, si quisiera castigar a mi hijo, le ataría las rodillas y lo abandonaría así durante cuatro horas. Estas ideas se suceden a intervalos periódicos como si fueran mareas. Todo el asunto tiene el carácter de una crecida.

9 agosto 1889
La crecida continúa. Me despierto pensando en la disciplina que aplicaré a mi hijo. Al fin y al cabo, si es sólo un día podrá aguantarlo. Con cuánta ternura lo compensaré después por ello. Mi hijita deberá aprender a hacer el pino a la perfección. (…) Y luego no sólo tendrá que andar sobre el suelo sino que tendrá que aprender a subir y a bajar por una escalera e incluso sobre la mesa, entre los cacharros. Su hermana aprenderá a bailar sobre la cuerda floja.(…) Tengo miedo de acabar volviéndome loco. Resulta extraño cómo me ha asaltado esta maraña de ideas y me ha sacado de mis casillas. La soledad en la que estoy sumido ha debido tener parte en ellos. Me encuentro tan desvalido con respecto a mi trabajo… (…)
Ayer vi el Höllriegelsgreut de Diefenbach, un cuadro realmente importante. Por la noche le di una paliza al gato [el gato de su casera, que apestaba].

10 agosto 1889
Antes de la comida me doy cuenta de que no sé si es viernes o sábado. He perdido toda referencia. Trabajo en el Firmament. Hacia mediodía me ocupa el pensamiento de que cuando mi hija cumpla dieciocho o diecinueve años, para impedir que contraiga clorosis o algo parecido, tendré que proponerle que se lleve a su cuarto a algún criado. Por supuesto, también le proporcionaré preservativos.

12 agosto 1889
(…) delante de mí se alza una iglesia neogótica. Entro, encantado de haber conocido un lugar tranquilo. (…) llega un joven que toma asiento en la nave opuesta y que permanece absolutamente inmóvil durante todo el tiempo en que permanezco en ella. Su devoción también parece ser muy reciente. Al menos eso es lo que se deduce de la forma en que se ha arrellanado en el banco. Tengo la sospecha de que ha elegido este apartado lugar en la casa de Dios para que nadie lo moleste en sus reflexiones y para masturbarse.

14 agosto 1889
[En un entierro] (…) Se trata del hijo ilegítimo de la hija de un panadero y propietario, que ha fallecido a los quince días de su nacimiento, si bien después de haver recibido el bautismo cristiano y, por tanto, en estado de inocencia. Asisto al acto a una cierta distancia, esforzándome por juzgar con imparcialidad la ceremonia. El sacerdote recita una serie de plegarias, deteniéndose de cuando en cuando para echar una pala de tierra sobre el ataúd, para rociarlo con agua bendita, o impregnar el hoyo con incienso. Cuando se aleja, los congregados echan algunas coronas blancas y cada uno de ellos lanza un puñado de tierra. Da la impresión de que están salando las blancas coronas. Un chiquillo de unos cinco años y rasgos idiotas de escrofuloso es conducido por su madre hasta la fosa para que arroje su corona. Lo hace con tanta torpeza que de pronto su genital asoma por la bragueta. Probablemente es un tío del finado. La mujer que lo acompaña no deja de llorar. Su marido, seguramente el maestro panadero y propietario, que lleva una chaqueta negra y sombrero de copa, sonríe, ya completamente sereno, una vez que le ha dado la espalda a la tumba.

17 agosto 1889
(…) a la noche me paso por el Italia, donde me divierte especialmente un baile de negros. Mis vecinos consideran que el número es indecente porque la chica, una joven increíblemente hermosa y extraña, salta durante los descansos de tal manera que enseña, por debajo de la faldita, unas piernecillas embutidas en medias de malla. En eso consiste el gusto alemán. Son capaces de celebrar las mayores groserías, pero en cuanto aparece algo mínimamente refinado, un miedo febril se apodera del público. Echan de menos la emoción.

27 agosto 1889
La señorita Herzog II habla como si tuviera la boca llena de papilla. Además, habla continuamente y me da la impresión de que es tonta. No comprendo qué es lo que la hizo dedicarse al teatro.

Diario: estancia en Berlín (hasta que lo echan de allí)

26 mayo 1889
Durante la partida de croquet observo que la mujer de Hauptmann está otra vez embarazada, lo cual me sorprende, ya que en Zurich Gerhart me había dicho que iba a usar preservativos.

1 junio 1889
Al atardecer voy al jardín zoológico. Muchos vestidos bonitos, en los que me agrada especialmente la ausencia de polisones. Y eso que yo mismo fui en su día un ferviente partidario de su uso. No conocía otra cosa. (…)
Hasta las dos en el café Bauer.
Un calor insoportable y un cúmulo de dispersiones de todo tipo me impiden escribir una sola línea desde hace quince días. Por la tarde suelo ir al jardín zoológico, donde me dejo arrastrar por mis pensamientos mecido por el vaivén del gran mundo. (…) Durante los siguientes días me enfrasco en la lectura de temas afines. Una obrita de Helene Lange sobre la educación de las mujeres amenaza con agriarme el humor. Está escrito de una forma clara y sencilla, y contiene mucha información, y su descripción de los internados ingleses despierta en mí un entusiasmo que en este momento me resulta contraproducente.
De vuelta a casa me doy cuenta al atravesar la plaza de La Belle Alliance, de que los bancos están llenos de trabajadores que pasan ahí la noche. ¿Dónde se meterán todos cuando llueve?
Tío Erich (…) me lleva a conocer al pastor Dummrese, un curilla engreído cuya estupidez le impide mantener la conversación más elemental. Tiene una mujer perspicaz, escrutadora, y tan pálida que parece transparente y un hijo de mirada inteligente aunqeu con unos síntomas terribles de escrofulosis. Por su forma de hablar se diría que la creación entera ha sido concebida en torno a él. Sin embargo, su horizonte no abarca más allá del pino que ha plantado delante de su casa y la huerta que lo rodea. (…)
En mi habitación encuentro no poca distracción en la contemplación de una vecina que vive en el piso de abajo.(…) Me parece que debo resultarle odioso a causa de mi curiosidad, sobre todo porque siempre que me asomo a la ventana estoy en mangas de camisa.
Welti está sentado en el escritorio de su novia escribiendo una postal. Las dos damas están en el balbón y yo me encuentro frente a ellas ala lado de la puerta. Trabajan en un bordado muy fino para una caja de pañuelos.

17 junio 1889
Una carta de mamá consigue estropearme el día. Donald está de nuevo camino de Nueva York. Les ha dado un sablazo a Mrs. Fleck, a los Obenander y a los Herald. Mamá ha tenido que pagarlo todo. Bueno, por hoy basta con este tema.

18 junio 1889
He soñado con papá. Después de comer voy a que me tomen las medidas para un traje, operación durante la cual caigo en la más horrible confusión. Me siento como un pobre pescador, intento pasar desapercibido hasta llegar a la puerta, y no me pongo el sombrero hasta que no he salido. Me doy cuenta de que este comportamiento no me resulta precisamente favorable.
Resulta curioso con qué ingenuidad critica Welti el desgraciado noviazgo de Henckell, teniendo en cuenta que él se encuentra en el mismo marasmo, y hundido hasta las cejas. Se lamenta de verse obligado a ganarse el sustento, pero lo hace sin el orgullo de los titanes y sin la rabia, sin el humor de los desesperados. No se queja como un Pegaso bajo la dorada brida, sino como una mula de carga que oyera a lo lejos la Marsellesa.

19 junio 1889
Al terminar con el sastre, tengo la intuición de que alguien me va a visitar en casa. Pienso que probablemente sea Welti con una entrada para el Fígaro. Corro hacia casa tan de prisa como puedo y apenas me concedo unos minutos para recoger en la libreía los Derechos de la mujer.

21 junio 1889
(…) Experimento un sentimiento de satisfacción, que me resulta familiar, ante la perspectiva de hacer de samaritano, y no puedo evitar sonreír.
(…) hojeo con agrado el primer cuaderno de mi diario. La impresión global es que se trata de las experiencias de un psicópata. Si no estuviera convencido de que mi vida espiritual es, en general, muy disciplinada, me asustarían estas anotaciones.
(…) Maldigo mi soledad. Hoy tampoco he intercambiado más de tres palabras con nadie en todo el día. Me propongo firmemente hacerme socio del club literario. Tenqo qeu tratar con gente joven, cuanto más joven, mejor. Welti es muy viejo, diez veces más viejo que yo. En el club podré conocer a gente muy joven.

24 junio 1889
Me obsesiona la idea del matrimonio. La elegida es la más joven de Widmann, de Berna. No la he visto en mi vida. Lo único que sé de ella es que es guapa, alegre, y un poco regordeta. Me la imagino con un vestidito rosa. Pienso en llevar con ella una vida bohemia a caballo entre Berlín y Roma, Roma y Suiza, etcétera. Cuando pienso en nuestro primer hijo me salta el corazón de alegría. Paso por delante de una casa en la que están tocando una pieza de Wagner, y pienso que, sin duda, entenderá de música. No la obligaré a practicar demasiado. Me conformo con que tenga una voz agradable para que podamos cantar a dúo una tonadilla o alguna copla popular en las horas muertas.

25 junio 1889
Para quien no conoce la vida, el arte resulta estéril a la larga. (…) El auténtico gusto por el arte sólo puede provenir del amor a la vida.

29 junio 1889
A mediodía me encuentro con Welti (…) Le recuerdo que una vez en el puente de Maximiliano, en Munich, me dijo que una persona fuerte debía ser capaz de cometer una maldad de vez en cuando.
(…) Nos dirigimos hacia el zoológico mientras sigue perorando sobre lo errado de mis cálculos en cuanto a las relaciones sociales. Confía en que cambie de carácter. Tal y como soy ahora, sólo hago el ridículo en sociedad. He interiorizado los formalismos sociales, pero los exagero continuamente. Le respondo que es cierto que siempre me siento en desventaja frente a cualquier grupo, incluso cuando se trata únicamente de dos personas. Pero que, sin embargo tengo siempre la sensación de poder dominar a cada persona por separado.

1 julio 1889
Me compro el segundo tomo de El Quijote y me voy con él al jardín zoológico. (…) Al observar a los niños, vuelve a llamarme la atención la diferencia que se aprecia entre los aristócratas y los más corrientes. Hay una niña de uno seis años que me llama la atención por su rostro inteligente, su bonita cabeza y la forma comedida en que mueve los pies. En el además con que se queda parada observando a los otros niños hay una actitud aristocrática inconsciente. Tiene a su lado a un hermano menor que parece extraordinariamente estúpido. Su compañera de juegos es una golfilla muy ruidosa, nada fea tampoco, pero sin nada especial en su aspecto. En todo caso hace fal de una maldad tanto mayor. Coge a su amiga por un brazo y la conduce hasta un grupo de niños (…), se la muestra como si fuera un objeto raro y explica que la niña dice dosch en vez de dos. (…) Uno de los dos chicos, que, de hecho, no parece nada tonto, me da la impresión de que un día sobre pasará a todos, tanto a los aristócratas como a los plebeyos. En ese momente aparecen dos chiquillos de unos siete o diez años, muy bien vestidos (…) Los dos llevan flequillo y un corte de pelo horizontal, sobre la cabeza un sombrero de paja con una cinta de raso blanca.

3 julio 1889
La señora Pansegrau me sorprende durante la cena con un comentario sobre la emancipación de la mujer. Ha estado ojeando la Educación de la mujer. Si las mujeres se ponen a leer libros, ¿quién va a remendar entonces los calcetines? La mujer de su Excelencia remienda ella misma los calcetines, a vees se queda hasta altas horas de la noche haciéndolo. Y eso que tiene siete doncellas y dos cirados. y ahíno interviene Su excelencia para nada. La esposa de Su Excelencia le dice a cada cual lo que tiene que hacer y, además, vigila que se haga. (…) Su Excelencia es el ministro de Ecucación von Gessler. Precisamente es de allí, de Pomerania Ulterior, donde la geten es tan estúpida que cree que en Berlín tienen que seguir siendo igual de estúpidos. Y por eso se opone a que las jóvenes se instruya. Cuando le cuento a la señora Pansegrau que en mi ciudad las chicas van a la universidad, responde: Bueno, es que allí viven en apartamentos especiales. Lo niego y me replica: Pues sí, es lo único que nos faltaba, con lo revueltos que están los tiempos.

Diario: flirteos amorosos en Suiza (castillo de Lenzburg)

13 febrero 1888
Wilhelmine me acoge con los brazos abiertos. Me confiesa que no habría podido cantar el aria la noche anterior si no la hubiera inspirado antes. (…) Insiste en que entre nosotros no hay nada parecido al amor. A mí me importa muy poco cómo lo queramos llamar. Si su boca solo existiera para hablar, se la cosería. El torbellino que provocan sus sentimientos no me permite lanzarme al ataque. Soy partidario de la seriedad y la calma cuando se trata de placeres. Afortunadamente, después de diez minutos se declara satisfecha. Por cierto que ya me ha dedicado un poema que habla, a pesar de todo, de amor. Parece que no domina el lenguaje lo suficiente como para evitar el término. Después me cuenta cómo y dónde ha aprendido a besar, una historia aburrida y larmoyante sin aliciente alguno, que me hace concluir que lleva su nombre de soltera con todo derecho. De pronto me pregunta dónde lo he aprendido yo, pero yo me encierro, sorprendido, en un melancólico silencio, y me avergüenzo con todo cariño de mi primera profesora, la buena de la vieja tía Helene.

16 febrero 1888
Después de comer recojo a Wilhelmine para la cena. Me dice que lo nuestro debe acabar hoy mismo. Le respondo que todavía no ha empezado, que si está impaciente, que a mí no me corre ninguna prisa. Ha compuesto ya nada menos que seis poemas que modifican su resolución. Saca su revolver, me sienta en el sofá, me incrusta la barbilla en el pecho y me lee sus poemas, mientras apunta con el arma a mi sien. Le pido que acabe con ello, temblando de pies a cabeza. De pronto me tira un pañuelo de seda blanco sobre la cabeza, me abraza y me besa a través de él, después se enfurece consigo misma y me arroja sus zapatillas a la cara. Acto seguido me implora que le escriba algún poema. (…)
Por la tarde, sentados en el ajimez de la ventana, me confiesa que sólo había querido probar el sabor de los besos y que se ha quedado enredada en el anzuelo. Por lo demás, quiere dejarlo antes de que la abandonen. Luego me exige una honestidad absoluta. Le pregunto si sabe qué es lo más horrible del mundo. Me responde: el deseo insatisfecho. Niego con la cabeza y le susurro al oído: ¡el aburrimiento! Siente lástima de mí.
Alguien lanza durante la cena la pregunta de si el camino hacia el corazón pasa por los labios. Hay diversas opiniones y la discusión se anima. Mi madre defiende la opinión del camino que pasa por el corazón; Wilhelmine apoya convencida la opción de que pasa por los labios. Karl, que desde hace ocho días no hace otra cosa que cortar madera durante todo el día para calmar sus nervios, opina que el camino que lleva al corazón no pasa por los labios, sino por los oídos, y que a través de los labios no se llega al corazón sino al estómago. Wilhelmine quiere revelar lo de mi poema, pero no se atreve a hacerlo porque lo ha guardado en el escote. Mi madre opina que estamos en familia, pero mi adorada responde que está demasiado profundo. Al oír estas palabras Karl baja los ojos, ruborizado.
Después de la cena Karl y yo encendemos un gran fuego en la chimenea. Luego vamos a buscar la maleta de los trajes turcos (…) Al pasar por el patio vemos chispas que salen de la chimenea del salón. Karl dice que si se prende fuego en el tejado, no tendríamos ni siquiera agua para apagarlo, porque el estanque se ha helado. Lo tranquilizo: qué más daría que se incendiara el castillo entero; la gloria no dura eternamente.
Nos disfrazamos de turcos. Mi madre lleva un abrigo de terciopelo genovés con ribete dorado que le llega hasta los pies. Se pone a bailar, con un brío y una destreza incomparables, una zamacueca sobre la alfombra de Esmirna. Wilhelmine, Karl, los dos pequeños y yo nos sentamos a su alrededor sobre los cojines del sofá y bebemos café. Karl toca la armónica y yo lo acompaño con la guitarra. Gretchen y Elsa bailan después un pas de deux que ella les ha enseñado. Mi madre nos cuenta historias acerca de sus primeras experiencias en escena en San Francisco, en Valparaíso, de la vida en las haciendas y de su primer marido, que al final de cada concierto ya se había jugado lo que había recaudado. Solía contar que lo habían fusilado al menos tres veces (…) Tengo muchas ganas de conocerlo. De pronto Gretchen descubre con su certera mirada una mancha roja en mi cuello. Hago un supremo esfuerzo por reprimir una carcajada. Al acompañara a Wilhelmine por la cuesta del castillo, intento convencerla dando toda clase de rodeos de que ella no es la única mujer sobre la tierra, sino solamente una representante de su género, y que eso es precisamente lo que me resulta interesante, considerarla en primer lugar en su calidad de tipo humano y, después, como individuo. Los seres humanos creen con tanta frecuencia que son únicos, también los hombres, cuando padecen enfermedades imaginarias. Si tuvieran en cuenta que lo que les pasa le sucede a casi todo el mundo, se curarían inmediatamente.

19 febrero 1888
De regreso hacia casa sueño con casarme con el precioso animalito [una pretendiente de quince años] cuando antes, con enseñarle el mundo, hacer viajes y correr aventuras, y con convertir nuestro castillo en un maravilloso Buen Retiro. Sueño que el honorable Presidente del Tribunal es mi suegro, que Elisabeth es mi mujer, una madre, una matrona a mi lado rodeada de un tropel de niños y de nietos saludables.

1 marzo 1888
Si yo fuera pintor, hoy mismo me casaría con ella [con Wilhelmine]. Para el escritor el matrimonio es la perdición. Si alguna vez llegara a casarme por amor, si me reconciliara con el mundo, sería como aceptar que me enterraran en vida. Wilhelmine aspira a poder amar intensamente alguna vez, pero no ahora, más tarde, tan tarde como sea posible. Afirma que, incluso si yo quisiera casarme ahora mismo, no aceptaría.

9 marzo 1888
Wilhelmine (…) me pide que le diga sinceramente qué es lo que significa para mí. “¿Para qué quieres saberlo?”, le respondo. (…) Me contesta que se sentiría más libre si tuviera una certeza. Le digo “supongamos que sólo eres un juguete”. Se pone a mirar al infinito: “Has sido un amable entretenimiento”. ¿Y quizá también un pozo de sabiduría, una especie de enciclopedia? Me dice que con ella he practicado la vivisección como lo hubiera hecho con un conejo amarrado. Pero ¿por qué darle más vueltas? Se siente más libre ahora.

Diario de Wedekind: "Una vida erótica"

Hola a todos!
Os propongo un juego muy divertido: yo os transcribo partes del diario de Wedekind y vosotros me decís con qué parte de la obra lo relacionáis, jeje. No, en serio, lo estoy leyendo y me está pareciendo muy interesante y muy ligado a la obra, así que he seleccionado las partes que más interesantes me han parecido, tanto por la temática que translada después al "Despertar", como por comentarios en los que deja asomar su personalidad y/o sus ideas sobre la sociedad del tiempo. Espero que os sirva de inspiración, a mí me crea muchísimas imágenes y hay cosas que me han parecido muy sorprendentes!

sábado, 31 de enero de 2009

Pastores protestantes


Voy a poner alguna imagen de pastores protestantes. Por el tema del vestuario.



jueves, 29 de enero de 2009

COSA MÁS BONITA...

Este video me ha animado el dia!!!!!!

martes, 6 de enero de 2009

Sobre la educación en Alemania...

Ya se que es sobre la educación contemporánea en Alemania, pero a lo mejor se pueden sacar deducciones sobre cómo era antes. Lo que no sabía era que cada región alemana o land, pero en alemán... jejejejejejeje, se regía según unas normas educacionales independientes... Que las vacaciones de verano duran super poco. Es que estoy viendo lo que dice Mauricio del primer trimestre que ahí se decidirá, y no me encaja mucho...
Bueno, os dejo esto para que lo penséis si queréis.

http://www.justlanded.com/espanol/Alemania/Herramientas/Guia-Alemania/Educacion

Gogo

YA SE CÓMO SE SIENTE MAURICIO




Llevo tres días estudiando y no me entra nada en la cabeza... creo que no voy a llegar jajajajajajajaja. Es broma, el jueves perfecto, eso si, no os asusteis si mientras pasamos texto me paro a ver cómo se organiza un concilio de brujas por la ventana...

Gogo

jueves, 1 de enero de 2009

El Doctor Procustes.

Para esta intervención voy a dejar un par de fotos que me inspiran la imagen del Dr. Procustes:



Como alguno ya habrá reconocido se trata de Millán Astray, "el novio de la muerte", el fundador de nuestra legión... "¡Viva la muerte!, ¡Muera la inteligencia!" y todo eso. Vamos, lo que se dice un intelectual.
Pues nada, que no sé por qué se me viene a mí a la cabeza que el Dr. Procustes puede ser más o menos así. Como podéis observar era un poco tuerto y manco (bueno un poco no, leches, lo era del todo). Lo de manco no lo veo claro, pero lo de tuerto sí que me gustaría probarlo.

Y nada más, que llevaba tiempo dándole vueltas a esto y qué mejor día que hoy, que es el 55 aniversario de su muerte, para ponerlo aquí.

Feliz Año.